Venecia es el punto de partida, el lugar del que se sale, el lugar al que no se vuelve. Venecia es la oscuriad, el silencio que se entrelaza con el rumor del agua, es el laberinto viejo y oxidado de la historia. Ciudad vieja de asesinos, conspiradores e inquisidores. Punto de partida de todos los comerciantes que salían en el XVII en busca de oro y en busca de si mismos. Venecia es la traición silenciosa, la soledad del rumor de mil mares. Es la incertidumbre de los caminos que se abren con las aguas, de los barcos que parten, es el inicio y el fin de millones de historias. Venecia es la ciudad de un escritor encerrado que por las noches mete los pies en el agua y busca en la oscuridad oscura de la noche un reflejo que no se encuentra ahí, el propio. Venecia es el rumor de mil mujeres, y es en si misma rumor de una única mujer. De ella misma, Venecia, que se esconde en cada esquina en cada isla que resiste el paso del tiempo, hasta que los diques caigan y se hunda parte del sueño que se enfrento a los siglos, parte de la ciudad.
Los rios fluyen indiferentes a la ciudad como si hubieran visto demasiado y no quisieran ver mas.
miércoles, 29 de febrero de 2012
miércoles, 22 de febrero de 2012
Juan de Zabaleta. Citado del ``puente de los asesinos``
Los soldados de bien, por hacer larga la vida de su patria, hacen la suya corta. Entre venenos y fatigas guardan la vida para un golpe; su muerte no hace mas estruendo que el que hizo el golpe que les dio muerte. Su mira, en su vida, sólo fue la buena fama. Ellos supieron merecerla, pero no hacerla. Quien la sabe hacer, debe labrarla. Las hombres de pluma elocuente estan obligados a la inmortalidad de la espada briosa.
viernes, 17 de febrero de 2012
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