Miras el cielo estrellado, desde tu habitación encerrado. Haz follado, otra vez haz follado. Un pájaro cruza tu memoria. Haz amado, otra vez haz amado.
Dibujas uno de tus 3 dibujos: una isla perdida, un camino en el bosque, muy detallado y una casa de ladrillos. Y suenan ecos políticos, el sonido de los grillos, en el portatil. Como los colibrís vives a mil, a 100 aleteos por segundo. Caminas lento, dejando un rastro, como un ser incompleto, siempre huyendo, siempre bebiendo. Y en medio de la huída, entre el disparo y la bala, vives. Vives tanto que ya empiezas a arder, que ya empiezas a estar quemado.
La soledad, lo salvaje y el hogar. Encuentras un hogar y te prendes y te sorprendes y amas y follas y añoras.
Miras el cielo estrellado, una mirada breve, y entonces atraviesa la luna un pájaro de tu memoria.
Ojalá todo te vaya bien.