La inmortalidad se acaba, el placer se muere, después de vagar millones de años en el espacio vendí la fruta de la eterna juventud por pasar un poco más de tiempo contigo y bueno, ha valido la pena, tu te haz permanecido inmortal, pero yo entre arrugas ya me muero.
Fue una vida feliz. Me alegra haber compartido el final contigo.