Desde la torre de marfil vomito al salir, al rozar la heterosexualidad animal. Al ver a los hombres salir y los hombres que no quieren empatizar.
Llevo dirigiendo discotecas desde hace unos 3 años y siendo un animal nocturno desde que tengo memoria.
Después de todo que fácil y falsos son los que caminan trajeados bajo el sol, perfectos, sonrientes, estupendos seres de revista, que meten la mierda en la maleta que un día explotara.
Me gusta la gente a la luz nocturna de las farolas, como fuman, como beben, cuánto beben, cuánto dicen, cuánto dicen por beber, la sinceridad oscura, la violencia del borracho, las mujeres yéndose en compañía, el análisis social de la oscuridad, de la oscuridad animal.
Soy un convencido feminista por lo que he visto, por la soledad asquerosa e inexpugnable a la que me condena esta sociedad, la abrazare lo más que pueda.
Pasaré mudo, analizando sin molestar, no quiero ser otro tío de esos tantos que veo que molestan, prefiero mi tristeza y decepción infinitas. Después de todo si a mi me molestaran tanto como a las mujeres las molestan por la noche, mis puños serían sangre y mis lagrimas serían cristal.
Cuánto cuesta… cuánto cuesta explicar a mis compañeros de genero y de sexualidad que intenten empatizar. Como se esconden cobardes en cualquier subterfugio rescatable en cualquier anécdota o tontería para rechazar lo evidente; el feminismo es una petición sincera de querer hacer un mundo mejor. Un mundo en el que quepan, que no sean perseguidas, sexualizadas, agredidas, asesinadas.
Yo que ya he salido tanto, desde las esquinas muero eternamente de pena, he visto tanto... Va dato, que es lo importante para los ingenieros.
¿Cuántas mujeres solas vi entrar en el urban en 2 años de llevar la puerta los sábados? Se acerca al 0 más absoluto. ¿Cuántos tíos? Un mínimo de 10 cada noche.
Cuantas mujeres nocturnas habituales vi desaparecer de la cotidianidad de la noche, todas, todas han caído. Algunas violadas, otras acaparadas por grupos predominantemente masculinos. No pueden salir eternamente libres sin que les pasen jilipolleces.
Sin que tuviera que sacar a rastras a un tío de un local por querer violar a mi ex, y luego asquearme profundamente de mi violencia. Me dan putas ganas de vomitar.
Sin esta noche ser interrumpido cuando hablaba con una amiga, porque claro él tendría derecho a ligar. ¿A cuantos habría que matar? A todos.
Y esto conmigo delante, imaginen qué pasaría detrás.
Salen ellas a diferencia de ellos, de forma esporádica y temerosas, en grupos, con sus amigos del colectivo para no desaparecer, para poder disfrutar algo de esta basura de vida porque se muy bien lo que pasa cuando salen con tíos y me da sincero asco.
Salen en los primeros años ingenuas, queriendo ligar, pero van aprendiendo a base de machistas sin escrúpulos que en el mundo de la noche hay monstruos y para ellas siempre son putos hombres con una heterosexualidad no domesticada y que la mayoría de veces, casi en todas, no quiere ser domesticada.
Yo solo siento soledad, por ver claramente a la luz de las farolas la puta y clara realidad.
Vivan las fiestas solo de tías, vivan sus deportes, su resistencia, viva ellas amándose entre ellas lejos por fin del asqueroso hombre heterosexual entre los que por desgracia me encuentro.
Bienvenidxs al páramo.