viernes, 19 de abril de 2013

La sonata de las intenciones.

Quieres ser un literato, no uno simple, no uno barato. No aspiro a ser Stephen King ni a crear un viejo y el mar, no a Conrad, no quiero ser otro escritor que se dedique a ir por ahi y hablar. No aspiro a hacer poesía sino mezclar la poesía en una eterna sintonía de sonidos peligrosos que se ejecuten cuando suenen las palabras, que repercutan y repercuten en un eterno presente para que no haya pasado y el futuro sean mis palabras hasta el ocaso de los tiempos. Hasta que muera la vanguardia, hasta que el viejo muera en la guarida y toda la cultura del pasado presente y futuro sea perdida, papeles en el viento, mis letras, firmando el firmamento.

Quieres ser literato, escribir mucho mas que Homero Virgilio y todos los que el fuego mando al anonimato. Quiero escribir la conciencia, ser el/la inconsciente actitud o gesto de una persona dentro de mil años. Quiero como los mitos traslucirme a la realidad ser narciso y construir el narcisismo, ser beleforonte y construir la soberbia. Ser el espejo del mundo, quiero construirlo todo, pero dejándome el resto. Quiero epopeyas iliadas odiseas Robin Hoods Eritreas por mil multiplicadas, todas juntas y mezcladas en una sintonía de palabras, en un abismo intelectual. Ser la sordida satira la jodida irónica, el preciso realismo, el indeciso idealista, el decidido artista y en fin, serlo todo.

Por eso porque para serlo todo, no puedes ni debes ser nada, por eso porque para verlo todo tienes que estar ciego sordo mudo. Por eso, porque para ser mas tienes que estar mas lejos, largate, todo el potencial de uno mismo esta en uno mismo y quiza, quiza quiza quiza... Quiza la gente sea incapaz de comprender nada de lo que yo soy, nada de lo que quiero ser, quiza, mis manos quieran crear y no pueda por el retroceso que es bajar a discutir lo que ya se que se pero se que tu no sabes, ¿es imposible hacer comprender de la forma que yo comprendo al resto que me pide explicación?

Mi condena es la obsesión por esa imagen que jamas podre ser. Por aquel que paso de una a otra de las extremidades, de lo social a la individual, la mezcla parcial en un juez parcialmente imparcial, juzgar, condenar, querer querer, odiar el odiar y ¿amar? amar, solo a mi triste sombra, a mis versos, a mi mismo, a narciso que habita en mi, al indeciso que soy desde que nací.

A todo nada, porque la nada es todo, porque la eternidad nada escondida en estos segundos, porque el tiempo es oro, porque crece mi alma solo con la triste y patética aspiración de serlo todo, cuando la verdad es que no soy nada.

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