Me siguen avasallando los sueños por la mañana, es la única vez en la que apareces y yo me agarro a la cama agarrándome a ellos, agarrándome a lo que hay bajo mis pupilas que no eres tu si no mi subconsciente que te recrea pero se parece tanto. Después de una hora de estar en tierra de nadie entre las ansias del sueño y la realidad te vas de nuevo. Siempre te vas.
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