miércoles, 14 de octubre de 2015

Tu y el resto.

Que las palabras constuyan el camino hacia tu hogar y las recorras una y otra vez a diario, construyendo caminos, haciendo mundos. Que salgan de ti y te rodeen y tu refugio sea un lugar donde habiten muchos libros armoniosamente guardados, como una composición de ti mismo, tus cuadros favoritos, tu balcón, tu música sonando. Todo lo creativo explotando a tu alrededor para estar siempre preparado para cuando tengas que salir de ti mismo. A la lluvia, al sol, al bosque o a la playa, en definitiva, a vivir. Que siempre puedas volver al hogar y a ti mismo y que ni la mayor pena ya te pueda derrumbar jamás porque en primera y última instancia estarás tu.

De eso se trata la vida, de crecer, de ser lo máximo tu ser. De cuidar de algún animal abandonado escusándote tristemente en solo tener dos torpes manos. Que la gente vuelva a ti, a que les des amparo en sus caminos y consolarles lo justo del frío, después de todo tu ya lo habrás conocido tan bien. Empatizar y juntar dedos quebrados y quemados para que vuelvan a vivir.

 En fin, que en los días de lluvia el fuego de tu hogar de luz y protección para que a tu alrededor otros puedan hacer sus hogares y constituir entre todos un pequeño pueblo con posibilidades de convertirse en una bonita ciudad. Con muchos parques que descubrir e investigar.

Tu y el resto... solo recuerda, todas las cosas en diferentes cestos.

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