martes, 22 de marzo de 2016

En mi casa de nuevo, con el fantasma de los recuerdos frustrados y distorsionados.

Me levanto a las 6 de la mañana como si siguieramos en esa guerra fría en la que tu tiroteabas mi corazón y yo sufría y miro a los lados asustado antes de que vuelvas a desaparecer.

Pasaran como ya han pasado los años y los días y no podré dejar de levantarme a las 6 de la mañana e inconscientemente buscarte donde nunca estuviste, donde debías estar. Ahí solo hay un vacío, como todo lo mío, menos mis sueños que siguen llenos de ti.

Dios como te odio, como te odio para evitar decirte amor.

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