El caracol contra el tiempo.

El viento tortura pétalo a pétalo a las flores y las ahoga en agua y dolores del que jamás podrán salir.

Ese es el sino de la belleza torturada por si misma, malas épocas para serlo cuando el velo es tan ansiado y desgraciado, porfavor que es mejor lo que se considere feo a lo que es agraciado si esto es agredido y perseguido por el mundo.

Tengo suerte, yo me siento a hacer carreras de caracoles sin presión y lamento con todo mi corazón vuestra lúgubre situación. Ser acosado y perseguido es un abismo que mi solitaria y cariñosa existencia no podría tolerar. O sea que mientras corren los caracoles y las flores son perseguidas, mira vida mía que yo no te voy a buscar. Pues todos persiguen lo bello y yo solo ansío la tranquila felicidad de mi mismo y como complemento son buenos tus abismos pero tampoco es que me necesite complementar.

Como un flotador en el mar.

Yo tuve un primer amor en Niza y ahogue la despedida en el mar Mediterráneo una vez me reí desnudo en la playa de las canteras, borracho y queriendo sincero junto a un encanto, traicione a una mujer y me traicione a mi mismo y ame a otra hasta el punto de llorar durante años, perdido en mis dudas y el fracaso. Me despedí de una inglesa por su cobardía y porque solo había cariño y con otra chica nos quisimos mal y de lejos, cegado solo por el deseo esteril que a veces hubiera querido que se convirtiera en flor. Han pasado muchas mujeres mas por mi vida cada una diferente, algunas de ellas locas amigas y otras amores dementes y las guardo a todas con cariño en mis recuerdos, a unas mas que a otras para que yo no pierda el brillo que me dio conocerlas.

La verdad es que también tuve muchos amigos, algunos me hirieron, otros desaparecieron en las brumas roncas del tiempo y otros aparecieron para mi, mejores, para sustituirlos. Ha pasado el tiempo y me están entrando dudas de si existe la amistad imperecedera, pero aunque no sé si me equivocaré, yo seguire intentándolo porque estoy muerto si no conecto.

Nunca fuí un gran estudiante, he soñado demasiado como para dejar espacio a las obligaciones, siempre he huído hacia mi mismo y he cultivado todo lo que he podido mis conocimientos. Eso me ha convertido en algo cínico y me da pena y me hace sentir mas solo, ojala no supiera demasiado y tuviera profesores que me vencieran una y otra vez para que yo me levantase como la torre mas alta del mundo, sin miedo al cielo.

Yo no sé donde voy pero sé de donde vengo, me perderé en los surcos de las olas que escucho desde mi habitación paseando por las canteras donde ame, mirando mis pasos e intentando que me lleven a algún sitio donde, como dije una vez, ``la creatividad de un niño y la sabiduría de un anciano``, puedan fusionarse perpetuas sin importa el tiempo ni la edad en la mejor composición de mi mismo.