viernes, 31 de agosto de 2018

Ausente.

Soles de verano,
quemándome las manos,
agarrando a la gente cerca,
dejando que los limones, crezcan.

Cambio y corto, corto y cambio,
camino lento, para ver el reflejo de los años,
que surco, como letras en el abecedario.
que buscan hacer palabras sin tinta, ni dueños.

Pirata en un motín sin fin,
bebiendo de la botella, siempre borracho,
escribo poesías rellenas de serrín,
para olvidar que ya no soy un muchacho.

Sino un joven viejo y hostil que acepta pasar con cualquier sombra un rato.

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