martes, 30 de agosto de 2011

El dislexico

-¿De que huyes?

*De la sombra del miedo, del miedo a sentir, de los arboles, las estrellas, la luna, de ti y de mi.

-Corres lento, pareces torpe, migas dejas,¿ de verdad huyes o en el fondo esperas?

*Ese pan es el que comía y soy torpe como mis escusas porque mientras como, corro, -se supone que, en teoriía, los hombres no podemos hacer dos cosas a la vez.

-Sin duda son tus escusas muy torpes, ¿asi quieres que sea?

*Segun el organo difiere mi querer.

-¿tienes preferencias?

* Ella es mi organo favorito, aunque no la quieran mis pies.

domingo, 28 de agosto de 2011

Odio a la NASA

Ahí fuimos con maldad, con la capullería innata de los seres humanos por aplastar el misterio de lo bello, de lo etereo. Lo de la luna fue una putada trascendental, una perversión a la intimidad de un precioso enigma, la humanización de lo puramente místico, el dilema inalcanzable al que los poetas escribían y los músicos cantaban, pisoteado con hijoputez soberbia de la buena, por los pies sucios de los humanos.

``Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad``, eso dijo el muy mamón de Armstrong en la cima del asesinato de la belleza, y a continuación salierón miles de fotos de la luna desnuda, privada de toda la belleza con la que los hombres la habían visto a lo largo de los milenios, nada resplandeciente, casi vulgar, simple piedra, demasiado simple para los ojos, cuando hubo sido un millón de mundos para la imaginación.

Hay cosas que no merecen ser descubiertas... la realidad es una cosa cruel y muy dura, y aunque el misterio de la luna siga ahí, en las mareas por ella propulsadas, en su dualidad(lado oscuro y claro), en el efecto reflejo del sol sobre ella, en como se mantiene colgada del universo siempre a la misma distancia o en los lobos que cantan a ella y ese toro enamorado de la luna. Pese a todo la luna perdio magia con la simpleza de un cruel alunizaje, que no ha servido de nada. Veinte alunizajes mas tarde todo sigue igual,solo que con mas pisadas.

Se pueden buscar culpables, cortando cabezas a la NASA, capullitos mandamases de proyectos de agresión simbólico-poéticos. Después de todo si no alardean, si los jefecillos de esas organizaciones no se ponen chapas individuales con sus nombres y apellidos, y si la historia solo se destaca el nombre del personaje manipulado para el acto(armstrong) es que algo malo habran hecho. Que contados son los hombres que llevan bien eso de no fardar ante las camaras, sacando pecho y metiendo barriga por los asesinatos cometidos, normalmente adorados por el colectivo.

Respecto a la luna, por culpa de esos capullos, hoy es menos resplandeciente y mas gris, para la gente simple, para otros sigue siendo el foco de los sueños imposibles, de las metas inalcanzables, a donde no se puede llegar saltando, sino que a donde para llegar hay que volar, todo un mito literario, escencia del mas bello de los misticismos baratos.

Colgada bajo el mar de las estrellas
Colgada sobre el mar del mar
Reluce ella, reina
Reina del cielo, la tierra y la mar
Señora de mil secretos que no han de saberse jamas
Señora de otro imperio en el que nadie mas que ella ha de reinar.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Dime tu

¿Cuantos silencios quedan?, y cuales han de quedar si entre las palabras muere la propia muerte, por haberhecho de ella los hombres, una repetitiva realidad.

¿Cuantas miradas han de haberse de dar?, dime tu, el, ella o quien sea,¿cuantas?, y donde esta la belleza, ¿en los ojos que la ven, o en el mundo que la da?

¿Es verdad que seguiría existiendo aun sin mi?... y que triste es saber que el mundo no estaría triste porque tu no estes, por la inexistencia de quien no hubo de existir jamas..

¿Es verdad que eres necesario solo cuando vives?, cuando piensas que lo eres, cuando extraes de entre tus enseres tu proporción de bondad, tu proporción de maldad.

Pero, ¿que es lo importante?, vivir con pasión y morir con ella, o hacer que la pasión te lleve a una muerte poeticamente bella.

Pero, ¿porque me voy si aun no he llegado?, si no he escrito la primera estrofa del camino, no soy yo quien corre, ni quien fui ni quien vino, ni quien la dicta a ella, porque es ella la que a veces que no siempre, dicta mi verdad.

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Si he de sufrir entierro, no quiero nada, solo una lampara y una recopilacón de los papeles en los que escribi mis palabras, para recordarme si ahi abajo despierto lo que he sido, quien fui, y a partir de ahí, quien habre de ser, como siempre y como nunca todo se resume al ser o no ser...

y ¿que somos?

lunes, 22 de agosto de 2011

Sal en el cielo

El mar delante y entre eso y las gigantes montañas de detras, se alzaba quieto, muerto de miedo ante la eterna inmensidad. Ahi se encontraba un problema digno, una digna dualidad.

Podía escapar escalando las mas odiosas alturas, aferrandose al suelo de su realidad en busca de una cima, o de una caida dura. O bien podía tirarse al oceano, con su viejo tronco de madera y una caña de pescar, para vivir sobre el mundo de la inestabilidad mas pura. Entre eso se debatía, y si por el fuera siempre eligiría el nadar. Pero le hubieron prometido que si escalaba un poco y no caía, encontraría lo que todo hombre ha de desear.

Esta vez escalaré le dijo a caña de pescar, pero tu, trozo de madera, te habras de encaminar conmigo hacia las alturas, y si haberme he de matar, será, pues, con un trozo de mi mar.

El hombre navegante, en contra de su naturaleza decidio realizar una proeza, un navegante escalador de las montañas, reinas buscadoras del sol, rareza entre las rarezas, de raro rozaba la belleza.
Comenzó la ascención, el ser navegador de las aguas mas profundas, rey tenor de la soledad conocida, ahora se encaminaba en la oscuridad oscura de las desconocidas alturas. No hubieron alas jamas, ni comprensión por parte de la tierra, callo mil veces y le dolio la realidad dura, no había profundidad en la inmensidad eterea de reina madre aira ni por parte de reina madre terra.

Callo la lluvia con tormenta, con agua de la mar, que crecía hasta los alto del cielo para le recordar al navegante que siempre estaría con quien siempre con ella hubo de estar. Las cimas se sucedían y todo y nada era mentira, ``este no es mi elemento``, se repetía aferrandose al palo de su mar, este no es mi elemento, yo, idiota, me he dejado engañar.

Antes de la última de las cimas, cansado engañado y perdido torno la mirada a de donde había venido, se tendio en el suelo y el viejo navegante callo rendido, no se arrastraría se dijo, viejo y orgulloso como siempre había sido.

Asi, murio el único hombre de las montañas que siempre tuvo olor a sal.
¿final?