- Perdone señor, está usted pisándome la manga.
- Oh, vaya, lo siento mucho... Debo de advertirte que estás tendido bajo mi banco.
- Lo siento, pero no tengo más remedio. El malvado príncipe George me ha encerrado en una matzmorra. Lamento mucho molestarle.
- Si estás encerrado en la mazmorra no se puede hacer gran cosa, ¿verdad? ¡Quizás pueda pasarte la llave a través de los barrotes!
- Yo no me arriesgaría señor. El malvado príncipe George ha torturado a muchos hombres.
- ¿Le está molestando señor? Mi hermano puede llegar a ser una persona sumamente irritante.
- Ajá, ¿el príncipe George, supongo? Tengo entendido que eres el horrible tirano que ha encarcelado a este desdichado.
- ¿Horrible? No, en realidad soy un gobernante firme, amable y tolerante.
- ¿Y qué es lo que ha hecho exactamente...? ¿Cómo has dicho que te llamas?
- Michael.
- ¿Cuál es exactamente el crimen de Michael?
- Ser mi hermano pequeño.
- Oh, ya entiendo. Lo siento chico, no puedo liberarte.
- No pasa nada.
- ¿Podemos jugar con su perro?
- Éste es John, el segundo en la línea de sucesión.
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