jueves, 19 de abril de 2012

Shadows of ourselfs around the fires of our desires.

La humanidad es como el fuego vanidoso que se extiende a la velocidad de la ambición, que sabotea los espacios para conquistarlos puntualmente con sus banderas segregacionistas. La humanidad es el peor de los males (origen de ellos) y un bien precioso según donde de la llama que alumbra. Desde cuevas confidencialees en las que se comparten experiencias vividas en torno al fuego, hasta esos fuegos monstruosos que destruyen condicionados por la mano humana inmensas hectareas, para sabotear la tierra e intentar domarla de forma patosa y patética.

El fuego de la llama esta en nuestros motores porque son las razones, buenas y malas que nos conducen. Es la pasión secreta que se esconde en la misma sombra de la llama, su amor por el mundo y su arrogancia y prepotencia escondida. Porque el fuego en exceso quema y en su justa medida calienta al alma. Solo hay que saber la distancia e intensidad, y variar de las cenizas a la tenue sombra de la llama casi muerta, que, llegado el momento, resurge como el ave fenix. Porque el fuego es la sangre que también es agua, y esta es el instinto de las cosas buenas y lss cosas malas.

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