sábado, 13 de octubre de 2012

Sobre mi padre, para mi padre.


Te conozco, te he conocido, creo que he sido de los pocos sino el único, sálveme el egocentrismo que ha tenido esa jodida e infinita suerte, te conozco con todo, con lo bueno y lo malo y te juzgare con ambos, siempre, como juzgo al resto, sin absolutismos estúpidos e ignorantes ni admiraciones que demuestro de cara al mundo porque es lo que el mundo quiere ver, con los pros y los contras, que existen.

 El jodido sabio, el que ha leído mas que ninguno y que fue uno de los 3 pilares que me enseño la importancia de la cultura, Reverte, Rita y tu. El chico que tuvo que ayudar a sacar a su familia cuando solo era un joven, cuando a mi abuelo paterno se le jodio el negocio de reparador de barcos al irse ``los japos`` por la perdida de la pesca. El genial mamón que ha construido de donde no había nada, el que empezó con poco y con esfuerzo a conseguido lo que a mi muchas veces me parecía inimaginable y mira que si soy algo es imaginativo, y también el nulo emocional que siempre fuiste. No me juzgues mal, no es rencor, te quiero como ningún hijo podrá querer a un padre, con lo bueno y con lo malo, sobre todo aceptando lo malo. Todas las personas tienen fallos, dependiendo de ellos y de ti puedes quererlos mas o menos, yo te quiero con tus fallos, pero no soy otro encantado por tu indudable genialidad. Te he visto siempre y por lo tanto se que te hace humano.

 Admito lo impresionante, lo buen padre que en el 99% de los casos has sido, lo genial de tu biblioteca que tiene respuesta y opinión para casi todo. Lo se por experiencia porque he comprobado innumerables sábados y compañías en coche como tiras de ella, abusando a veces que lo se, para sostener tu punto de vista. Arquitecto, constructor, electricista, fontanero, carpintero, y sobre todo abogado, genial dibujante, letrado, escritor, poeta con métrica perfecta,(empalagoso para mi gusto) pero poesía con la que al fin y al cabo supongo que enamoraste a mi madre. Lector de astrofísica  visionario político y como yo, despistado entre los despistados. Siempre con el pequeño bolso y tantas llaves, muchísimos amigos y un perro fiel como es el nuestro que te seguiría al fin del mundo, como todos los buenos perros a los que me enseñaste a amar, a cuidar. Eso es curiosamente lo que mas amo de ti, tu amor infinito por los perros, dejándolos siempre sin correa porque te aman como tu les amas.

Siempre en movimiento, adaptándote con tus conocimientos de todo. Siempre buscando negocios, lúcido y sublime en todas las conversaciones hasta el punto en el que parece que todo lo que dices es verdad absoluta, para los ignorantes a los que haz cegado, que es como decir, para todos. Porque todo aquel con el que hablo y que te ha comenzado a conocer, te diosifica. Te he visto hacerlo, tus palabras suenan a verdad absoluta porque están repletas de conocimiento. Lo peor de ti es eso mismo, que en algún punto de tu vida te creíste que las verdades absolutas existen, encantado por ti mismo, cachondeo existencial. Saber es peligroso supongo, te hace arrogante como te he gritado mas de un par de veces. Tu y tu condenada constitución incapaces de dudar, de entender lo relativo que son las cosas, eres como todos un militar mas de unas ideas repletísimas de conocimiento. Las ideas mas desarrolladas que estos dos oidos han escuchado jamás y que me creería si detrás de la lógica de tus planteamientos yo no fuera una persona agnóstica por estudios y por comprensión de la historia. El padre absolutista, el hijo relativo.


Para finalizar, y para ir abreviando porque contigo tengo que abreviar y solo puedo poner una milésima lo que podría poner. He tenido la mayor suerte del mundo en tener un padre como tu que me lo ha dado todo, muchísimo mas de lo que ningún hijo ni ningún hombre se merece, materialmente, intelectualmente. Siempre haz estado ahí siendo el pilar base de esta familia y de todas las relaciones que creo que mantienes, sólida e inteligentísima columna. Admito que tengo un miedo tremendo al día en el que no estés,  que se que llegara, conmigo o sin mi. Si yo llego a ese día veré un amanecer mucho mas oscuro, y me sentiré tremendamente frágil cuando no pueda solucionar todas mis dudas en una discusión contigo. Cuando no puedas decirme lo que pasa, cuando no podamos hablar de las reformas que quieres hacer, del nuevo edificio al que le haz echado un ojo y que quieres alquilar. Viendo esos planos y diciéndome donde pondrás muros y porque, que tipo de mueble es mejor. Cuando no vayamos juntos a remark o a ikea y me enseñes cuando se pone x tornillo o el otro. Cuando no pueda pedirte si puedo quedarme en montevideo y tenga que ser yo el que se enfrente a unas responsabilidades a las que ahora mismo no entiendo como podría enfrentarme. He estado siempre contigo, siempre estaré contigo aunque después de tres gritos y tanto orgullo parezca que nos odiamos. Siempre me podrás pedir que trabaje para ti, disfruto con ello como disfruto estando a tu lado aprendiendo. Soy un privilegiado por tenerte, haz enriquecido mi vida como ninguna persona que conozco podría enriquecerla. Haz sido un valor y un ejemplo para mi, te querré siempre. Creo que eres la única persona, incluso mas que mama, que necesito en esta vida y eso me hace sentir tan jodidamente dependiente que no me gusta nada. Lamento si te haz sentido decepcionado alguna vez, pero me temo que yo no estoy aquí para agradarte. Me da pánico saber que un día no estarás,  tantísimo, que puede que hasta te sorprenda, lo cual sería algo sorprendente.

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