lunes, 31 de marzo de 2014

Entre el sabio y el intelectual, la diferencia esta en querer saber el algo o el todo.

La sublime aurora boreal, la belleza siempre la vi en las cosas rotas. En una cicatriz, en una lluvia insumisa por la que pasea sumiso el insumiso encerrado por las gotas. En las heridas mas profundas esta la causa rotunda de nosotros mismos. La identidad marcada por la sangre, el dolor, los sueños y la esperanza.

Ser consciente de que hay de todo en este universo, un futuro y un pasado, un segundo en un presente, millones de presentes para dar, millones de balas para recibir. Tantas razones para vivir como razones por las que morir o por las que morirse, tantas ideas sin acabar, planos de un hogar, viajes hacia el infinito para escapar de el y de ti. Historias sin final y otras quemadas, agotadas. Poemas crudos, poemas idílicos, versos catastroficamente dolorosos, y otros inquietantemente reconfortantes. Los universos en los ojos, el vacío de la muerte. La soberbia arrogancia y el preciado orgullo, los estúpidos y los intelectuales, los enamorados y las apáticos sentimentales. Los millones de caudales de emociones que corren por nuestras venas, que a veces revientan como revientan las cosas. destruyéndolo todo. La ambición bella y la perversa que se vienen a juntar en una extraña y difusa linea en la que luchar deja de ser necesario y constructivo para que te acabe consumiendo. La sabiduría madura contra la estupidez ingenua, la suerte contra la desgracia. Lo original, lo nuevo contra lo tradicional, lo viejo, ambos rotos por la misma vestidura. La pasión contra la obsesión. El fuego controlado de lo incontrolado.

Versa verso a verso, decía perverso el verso. Versar es vivir, entre elemento elementales, entre complexiones gramaticales intrascendentes para unos, para otros tan trascendentales. Entre historias y leyes, entre discursos y reyes, entre ordenadores y fuelles, entre coches y piernas, entre aeropuertos eternos y aviones, breves. Entre barcos y submarinos, entre profundidades abisales y el aire. Entre criaturas extrañas con el dolor de las entrañas que provoca su dolor injustificado.

Concretando y abstrayendo, lo que quiero decir y no digo es que todo es tan complicado, como nosotros mismos, fuente de los precipicios a los que todos los caminos nos conducen. Porque son nuestros ojos los que nos reproducen, el universo mientras haya movimiento estará en constante reproducción, reproduciéndose como una película con color o sin el, según el caso. Mis ojos vieron cosas rotas, tan preciosas, y echaron tanto de menos, como echa de menos su hogar el viajero.

sábado, 22 de marzo de 2014

A escondidas de la luz.

El sueño vago y difuso de un amanecer inquieto y un atardecer eterno, como las hojas de la tarde entre los algodones de otro sueño junto a ti, en el infierno.

Es el fuego, una llama rebelde y difusa que hace grande y terrible con el viento. Es el fuego tu mirada en mi boca, el tiempo, los recuerdos la cuerda de mi yo guitarra que cuando tocas, se tensa.

Se lo que quiso, quiso un amigo, confidente un acompañante necesariamente demente y lo perdería en un beso. Todo lo bueno se pierde y se ganara con los besos, los terribles demonios del fuego y el infierno se gestan altivos y arrogantes, apáticos, alterables o inalterables alternativamente. Y en las mentes de los músicos, que no son sino poetas con melodía, las conversaciones se tiñen recuerdos y se desvanecen las noches y los días.

De los teatros aprendí, que el amor aunque actúe se esconde detrás del telón. En una oscuridad tan perversa que a diferencia de estas palabras no versa sobre como se alimenta. Y en la luz, solo hay espejos huecos, un vacío inmenso, sin profundidad y con ese destetable olor a incienso, como una religión que predican las almas que dicen no estar rotas, predicando amor aman los idiotas, y haciéndolo como putas proscritas, los déspotas.

miércoles, 12 de marzo de 2014

De mi yo furioso e idignado. De basile y anne, el y la enamorados.

No se puede vivir una vida entre viejos fantasmas le dijo Basile suspirando, destensando sus rasgos faciales, asincerándose.

Basile, no se por donde vas, nunca lo he sabido. Dejate de incongruencias.

Miro al vaso casi vacío, siempre quedaba algo de agua en el fondo, era incapaz de bebersela entera. Eso penso en el primer segundo... y el silencio duro otros 3 el eterno proceso que su cerebro necesitaba para aclararse, la maquina que se pone en marcha que procesa ideas y emociones, las limpia, conecta con la boca, censura lo que cree deber y deja lo que quiere y de la forma que quiere.

...  Los viejos fantasmas te atan y como todo lo viejo son incapaces de darte nada nuevo. Vivir entre viejos fantasmas es aceptar ser emocionalmente moderado, es aceptar que el dolor no muerda por las noches. Que la relación donde hubo fuego agache la cabeza, chupe el suelo y acepte que no hay ninguna solución mas que el dejarlas moribundas en un camino hacia la tumba. Vivir entre fantasmas es renegar de los vivos, del futuro, es albergar patéticas esperanzas y rechazar opciones. Es preferir estar solo y con los fantasmas y regalarles algo que no se merecen, la propia soledad, lo único que tiene la gente. Es normal y tremendamente comodo, todo el mundo quiere tener un viejo y trascendental fantasma con el que alimentar su vanidad, esa patética necesidad de desgracias alguien al que echar de menos todas las noches y por el que no tener que salir a investigar. Parece tan fría la ventana, lo que hay fuera y los recuerdos y las posibilidades se adueñan de tu calida habitación, te adormecen, te hieren. Es el masoquismo humano.

¿Basile eres masoquista? y la sonrisa se dibujo en su rostro

No.

Ahora no hay porques Basile, ¿que te indigna?

Tus faltas de respeto, tu patética picardía, lo de siempre Anne. Que va a ser lo que me indigna, sabes que no soy masoquista. A este universo frío y cruel y a todas las sombras que acechan no les regalare jamás un pestañeo de sufrimiento, no tendrá el una lagrima pública, ni dedicare canciones de autocompasión ni de amor. Yo siempre ire con la cabeza lo mas alta que me permitan las circunstancias. No por orgullo, si no por dignidad y desde el momento en el que algo atente contra ella, mas tarde o mas temprano me acabare dando la vuelta, me acabare yendo.

Basile, no es la primera vez que me hablas de finales, te estas volviendo un aficionado adicto a creer que es decir punto y final y todo se va y ya vez, no es asi.

Creo en las personas, en la buena educación, pero sobre todo Anne creo en una cosa el terrible y profundísimo odio que pueden destilar mis dos ojos cuando ven algo de soberbia, aunque nunca fuese capaz de poner los puntos finales, mis ojos indicaran los momentos en los que todo se halla acabado.

lunes, 10 de marzo de 2014

Tres minutos


Lo que tu llamas amor es vanidad.
Estoy en tu portal planeando una atrocidad
Solo parte de esta furia es de origen hormonal
Esto es amor, propiedad
````               , necesidad
Nadie viene y nadie, el instinto criminal.

lunes, 3 de marzo de 2014

La vie en rouge.

Es una crueldad y un acto de terrible inmadurez ir dejando cadaveres emocionales a tu paso, para luego usarlos como condones usados.

Las cosas se solucionan y si no se solucionan se olvidan, esa es la base de cualquier fidelidad empezando por la propia, el no tener fidelidades pasadas y rotas para posiblemente consolarte cuando posiblemente estes mal. La vida es un precipicio gigantesco y oscuro, en el que tienes que tomar decisiones que son a todo o a nada. El valor de las decisiones esta en eso de hecho, en ir a todo o a nada. Si vas enrrollando 5 cuerdas alrededor del cuello de 5 personas para cada vez que algo va mal salir por patas nunca se irá a ninguna parte.

Yo soy responsable de lo que hago y de las personas a las que quiero, soy responsable voluntario, y por eso siempre tendré mucho cuidado con los que elija. Después de haber hecho daño injustamente a alguien que quiero me siento mal y no entiendo que alguien pueda enorgullecerse de hacer daño, hasta en el momento de hacerlo esta tan claro que lo que estas haciendo esta mal que no te enorgulleces, solo es una exlosión que por estupidez solo puede llevar al arrepentimiento.

Yo tiendo a explotar porque no suelo reaccionar instantaneamente a los daños, pero entiendo que tengo que aprender a guardar a quienes quiero de mis explosiones y reventar y abrasar a los cabrones y cabronas que se merezcan mi desprecio. La vida en rojo es una matanza continua y sin sentido, y eso no es lo que quiero, quiero matar al que se lo merezca y a quien no, salvarlo.