jueves, 16 de abril de 2015

A agua y a fuego.

Estábamos en el puerto y caíste al suelo, yo intente parecer perfecto ya que a mi y los secretos nervios histrónicos que me provocas nunca nos quisiste. Pretendí darte la mano, rescatarte de algún tonto demonio que tuvieras, que mas daba el tamaño si acaricio una sonrisa, pensaba. Tu me la rechazaste y me agarre el pecho y tire al mar, esa vez no mire hacia atrás. Dicen que te levantaste rápido que me tiraste de la camisa y me rompiste el labio inferior de un puñetazo. Yo no me entere, el fuego, la vergüenza conmocionados por la terrible injusticia del universo no me dejaron sentir ni ver ni oler, estaba ardiendo y quería desaparecer. Así que me tire al mar para apagarme para acabar con el verbo ser y nade y nade y nade y me escondí en el nadar. Descubrí que quería tantas cosas, ser rey pirata ,monstruo de mar, cantar como las sirenas, ser explorador, explorar ir en todo tipo de barcos, yates, velero, barquitos de remos e ir a parar al mas extraño lugar. Tantos sueños tontos todos tan volátiles como nubes en el cielo enfriándome mi pecho hasta acabar congelado.

Cada cierto tiempo volvía a la costa del puerto a mirar desde el agua, ahí donde caíste pusieron una estatua a un extraño presidente, y entre la gente a veces veo algún fuego artificial. Y se me hacen dos lagrimas de sal que bajan lentamente, todos parecen estar de fiesta y no lo entiendo. Todos siguen, van corriendo, no se a donde, no se a que, todos sienten y postsienten y yo corazón frío no lo puedo entender. Hasta que en un reflejo de mi ingenua imaginación aparece tu melena jugando con el viento y vuelvo a arder, y no quiero, no deseo, mi arrebato, mi locura me aniquila la razón. Incapaz de aguantar esa maldita emoción, porque no lo soy, nunca lo fui.

Asi que a través de los años vengo y vuelvo a huir cobardemente a la nada para no dejarme consumir por el todo, e intento flotar en la mediocridad, porque después del todo, en el fondo se, que la nada volverá a reinar.

Y NO ME DA LA GANA.

viernes, 10 de abril de 2015

El plano eterno.

Dedos negros quemados, rozan, besan el teclado. Gozan torturosos torturando, torturados. Ojos negros negra flor, en el centro un dolor tan infinito como la oscura noche dibujada en el cuadro de un pintor. Broche a broche, letra a letra perpetrando penetra en el silencio, en el vacío, en la irrealidad. Que habrá en todos los ahís que nadie vió, que conjunciones, que frases ¿y que no?

Se alejan lentamente, sentimientos, corazones, todo eso que tiene la gente. Ojos negros, negra flor, miras insensibles al presente, deshumanizados sin sentir, apáticos dejados, hijo de la desidia, indiferentes y abandonados. Negros, negro, sin color, sin cambiar, eternos, permanentes a través del tiempo y el espacio inclemente. Se posan en una fuente, viendo, existiendo sin sentir, analizando el todo. Que no habrá problemas porque no hay devenir. No hay amor, ni emociones no hay pensamientos, no hay obsesiones ni pasiones, no hay excentricidad ni locura, no hay sabiduría ni adicciones, no hay amor, ni guerra, no hay prosperidad ni pobreza.

Solo dos ojos, ojos negros negra flor que se limitan a mirar. Eso es lo único que hay. Porque no hay tiempo ni espacio solo dos ojos que miran a todo. Encerrados, condenados a mirar. Ojala brote agua, ojala re-aprendan a llorar. Y sin embargo no queda ya, ni la esperanza. Solo dos ojos, solos. Que se cierran que se apagan y se acaban al final por dejar de ser y ser parte de la oscura totalidad.