Entre la poesía y la narrativa.

La poesía no es un acto de sometimiento
la vida no tiene valor
para el que esta hambriento de amor
porque este no es algo para soñar
sino una constelación casual y hermosa
que solo se puede dar, no buscar
como cualquier otra cosa.
Un segundo en el espacio,
un momento a tu lado,
por el precioso espacio tiempo,
por la casuística dado,
mirando protegidos.
amados,
imperecederos,
amargos,
eternos.

Y el tiempo siguió fluyendo y nosotros contemplamos y contemplaremos partes de nosotros mismos que nos gustan menos y quiza pervivamos y nos quedemos, o quizá no vayamos a ningún sitio y yo me vuelva a quebrar, pero eso no debe importar. Porque cuando consigues parar el tiempo, sentirte pleno y feliz entiendes que hay que retomar el tiempo para darle valor a los momentos, porque esos momentos retumbaran en los ecos del futuro, un futuro menos sombrío porque tiene una conjunción de luces bellas a las que anhelar.

Y mi yo apagado las anhela, claro que las anhela, pero también y cada vez mas las espera, sentado en medio de un círculo de amistades que va creciendo y dando otro sentido a la vida. Dueño cada vez mas de algunas cosas que retumbaran para siempre.