jueves, 15 de febrero de 2018

Madurar es dejar paso.

Donde se erigieron grandes torres, hay ahora un cementerio, donde murieron los sueños de una primavera eterna llamada juventud.

Los amores ligeros, hay que vivirlos intensamente y dejarlos pasar sin amargura ni resentimiento. Resulta difícil aceptar que eres solo uno más para el otro, no el definitivo, si es que hay tal cosa. Todos queremos ver nuestro nombre grabado a fuego en el corazón de los demás, ser lo más importante, pero a veces no es así y no pasa nada.

Tantas veces mato el romanticismo al amor que ya ni se recuerdan, lo que queramos que sea nunca será, la imaginación nunca construirá totalmente, la realidad.

Ojala algún día te sientas parte y unidad, ojala algún día te sientas parte y unidad...

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