Odio soñar.
No hay nada bueno ahí.
Ag... que asqueado me siento,
como una fiebre infinita,
siempre evadiéndome.
Nunca teniendo.
Así que me hice de hielo,
de nuevo,
una y otra vez.
Lagrima congelada en mi mejilla.
Gracias.
Por apenar y doler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario