Arde, rebelde, llama. Impregnada de alcohol arde, con la rabia salvaje del profundo corazón. Rebelión siempre en rebelión. Para no ser domesticada por una relación, para ser libre y llorar sola.
Arde y que todo arda, que las torres y los filósofos caigan y solo quede la llama, una botella de alcohol y la noche en la que enterraras tu baile.
Y que ilumine en la oscuridad universal un punto hasta que todo sea fuego descontrolado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario