Ante todo y pese a todo, con distancias y sin ellas a través de cuerpos obtusos con poesía simple y poesía compleja.
El mundo insensibiliza con la edad y el saber que acarrea para el que quiere ver, quiza por eso nunca he amado la realidad mas que cuando he visto en ella algo a lo que amar. Debo confesar que son cada vez menos veces, y que puede que me equivoque de objetivos pero ese es el riesgo, la ciega que uno paga por sobrevivir vivo.
Si vivir es aprender donde estan nuestros limites elijo dejar de vivir para hacer de todo, algo ilimitado. Que todo sea por primera vez y por ultima porque si no lo es, si la costumbre y la incapacidad de sorprenderme se acaban por instalar en mi denso pero condensado corazón, si de verdad puedo preveer el mundo como a veces hago con poca capacidad de error (disculpe señora arrogancia), entonces yo me muero.
Necesito un sitio en el que todo sea algo nuevo, recuerdo las primeras veces. Como el primer dolor, aprendizaje en el estado puro, finalizar porque perdía lo que amaba y decidir quedarme horas en mar francés, flotando y ahogando al propio mar de rabia e impotencia. Lo recuerdo tan bien que algunas noches he llorado. No porque no la haya vuelto a ver ni por la casi total seguridad de que no lo hare sino del recuerdo, simple y mordaz que todavía sobrevive recordándome que ese preciso dolor no se volvera a dar y que los posteriores, algunos incluso mas geniales dentro de su capullez son retratos de las consecuencias que dejo el dolor primero.
Huir no es para mi (aunque a veces si lo haya sido) un tipo de cobardía, huyo de los límites para conocerme mas y mejor, para que no me agobien con preguntas insensibles ni que me juzguen. Odio ser juzgado sin ser conocido. Detesto toda la sarta de jueces sin empatía ni conocimiento de causa que crean este puñetero mundo, lo detesto tanto como a este mismo mundo, supongo que tienen una relación inevitable. Quiza sea por eso que intente escribir quien soy, que me duele, quien me hace y quien esta detrás de mis palabras. Todos escribimos a alguien como fin, algunos idiotas solo escriben a una persona. Solo se justifican para el o para ella porque no les importa lo que piense el resto. Este es el mismo mundo de siempre adaptado a este tiempo y espacio particulares. Las probabilidades que deseo encontrar estan en mi y en alguien mas y eso no pertenece a nada del resto, como jamas he querido pertenecer a esto.
Cuando empiezas a escribir tienes un papel en blanco, y cuando acabas solo quedas tu. Un papel en blanco lleno de palabras, que como en un lago se refleja la forma deformada del que se busca en el agua, que es como decir del que escribió o de la persona retratada.
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