Hago sufrir a gente que quiero y no soy lo suficientemente bueno para explicarles todo lo que me importan. No hay dolor en el amor, solo liberación pero, a veces los humanos somos tan mediocres que no sabemos gestionarlo con el cariño, la dedicación y la importancia que requiere. Yo soy muy mediocre.
Sin embargo soy libre, siempre seré libre mientras me comprenda a mi mismo.
El verdadero amor no encadena, libera.
Debo controlar el dolor mejor, gestionarlo y encarcelarlo en una tumba para que nunca vuelva a hacer daño a nadie. Odio poder hacer daño.
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