La imagen es, es como un retrato
vacío… persigues sombras pequeña Caroline y no ves, no ves que eres una sombra
más que persigue sombras. Tantos retratos, internet se convirtió en una casa de
los horrores, como un castillo viejo y vacío en el que solo estas tu entre
retratos. No hay gente en la gran sala, solo tú.
Permanecerán las cuentas abiertas
para siempre y parecerá que son lo mismo a lo que fueron. Ya deben haber
muertos cuyas cuentas de Facebook, Instagram o twitter pervivan. Es tan
siniestro… Un líquido restante de lo que fuimos en una nube de internet.
Nuestra esencia capturada para la
eternidad si se quisiera. Inmortal, siniestramente inmortal. El culto a la
imagen es bastante aterrador, la superficialidad adyacente, la competición
constante, la soledad representada.
Yo veo tanta soledad en este mundo,
ahora estoy solo y aunque alzo mis letras al cielo, a la nube donde se
localizará esto, pese a ello sé que no servirá de nada.
La soledad genera egolatría y la
egolatría no comparte, genera. Yo genero una repetición constante de pautas en
letras.
Aquí no hay nada, esto es aire.
Me agobio, tengo que salir.
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