sábado, 6 de marzo de 2021

2020 El comienzo de la era oscura.

¿Que es el pueblo?


Que es el pueblo sino un montón de cosas rotas. Un puzle desintegrado a balazos que solo en las más bravas arremetidas conservadoras consigue brevemente unirse.


Miro al pueblo en los tiempos de Covid y nunca lo interpelo porque no lo encuentro ni lo puedo representar, solo encuentro gente sola, muy sola, haciendo y haciéndose daño como animales en jaulas. Veo el racismo crecer irrefrenable, no construyendo pueblo sino desintegrando, a gente yendo del trabajo a la casa, una y otra vez, una y otra vez, como robots. 


La droga, el alcoholismo, el individualismo, Dios, la religión, la identidad, la nación, las divisiones continentales, destruyendo siempre, siempre métodos de escapismo, hoy en los tiempos del Covid los veo como los gigantes monstruos que son en plena oscuridad. Veo tanta droga y tanto alcoholismo, gente robar, gente herir y me deprimo vitalmente.


Sufro porque no se puede socializar, porque el miedo lógico social está construyendo una sociedad rota y veo venir como después de todas las crisis, veo venir el crecimiento de una derecha feroz. Imitando el trumpismo anglosajón, la herencia maldita de los enemigos, el gran virus llevará a una crisis peor.


No hay hace tiempo ya pueblo y por no existir pueblo no existe interés general, solo hay ya supervivientes del naufragio del sector secundario europeo, no hay trabajadores frente a los capataces, no hay clases. La terciarización las troceo, las relativizó hasta el absurdo, construyó autónomos pobres con aires de grandeza y trabajadores ultra financiados con 10 apartamentos con conciencia social. Todo relativo, todo abstracto, todo fantasmagórico e inconsistente.


No compartimos nada, vamos a nuestros pisos que son cajas de cerillas, divididos, no convivimos, no trabajamos en un mismo sitio ni nos organizamos, sobrevivimos haciéndonos fotos solitarias, reivindicando la cultura individualista europea intentando expresar nuestra grandeza individual en ellas cuando somos pura absurdidad, solos somos brevedad y tristeza. Somos la oda a lo que el ser humano no debe ser. Asociales egoistas solitarios. Eso es mi ``patria`` occidental y por eso me odio y me doy asco porque sueño con utopía, sueño con no acostarme roto por amores sino con gente que me cuide y a la que cuidar, sueño con levantarme y convivir en paz, respeto y tranquilidad, con un mundo sin competencia abrasadora e inhumana.


Y miro desde la ventana, los hogares que me rodean, preguntándome porque hay tantos muros entre nosotros, porque todo el mundo está tan lejos si estoy seguro de que eso no es lo que quieren. ¿Porque quiere el ser humano estar quebrado?

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