Pa mi niña. Que aún en la distancia ha hecho de mi vida algo muchísimo más divertido, una cuarentena sin haberte conocido hubiera sido la muerte. Tesho de menos Anama, todos los días, echo de menos matarnos a polvos, currar volver y verte en casa. Echo de menos los paseos por las canteras y la quema de la sardina con tus ojos iluminando el oceano. Cuando sufres se me rompe el alma y cuando estas alegre me enciendes la vida.
No hay poesía para la felicidad y por eso no te escribo poemas, intento decirte todos los días que hablamos que te quiero no se te vaya a olvidar y me dejes en un cajón polvoriento, ya sabes mis inseguridades infintas.
Cuales quieras que sean tus proyectos, conmigo o sin mi, en las palmas, burgos o londres te llevarás un poquito mío siempre porque somos felicidad, alcohol, rock y risa y haz llegado a partes de mi a las que nadie había podido llegar. Tranquila, todo esto pasará, los malos tiempos no son eternos y no he conocido a nadie tan fuerte como tú.
Y que los aeropuertos del mundo se conviertan en besos de felicidad cuando llegues y de dolor cuando te vayas que la vida es un viaje y fuerte viaje le haz pegado a mi universo.
Te adoro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario