
En la nada mas absoluta nadan dos peces, uno se mueve al numero doce y la otra al numero trece. En el fondo del oceano pasa a veces, de hecho muy raramente que se encuentran en el punto exacto condenados por el recuerdo de un tacto. No importa tanto el tacto, sino el recuerdo que si es compartido conforma un pacto.
A pesar de las noches, el espacio, el tiempo y yo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario