You have the light to fight the shadows...
jueves, 30 de octubre de 2014
La niebla
Luces sombras
verdes, grises
parques, noches
dulces, roscas
labios, ojos
purpuras y rojos
playa, anochece
día doce, día trece
crece el monte
cae el valle
muere el hombre
que todo calle
que la mujer gane
que tu te dejes
que ella maneje
que no te dañe
y el blanco futuro
que sale del oscuro pasado
olvide lo duro
y no sea mal-intencionado
el desierto
la apatía
las noches
los días
en la jungla
el corazón
a veces no es un lobo
sino un león
que se exime
que quiere
se redime
se muere
y queda
abierta la veda,
la anarquía.
la inexistencia.
Todos presienten, sienten o postsienten y yo repito y edito y digo las mismas macabras y aburridas palabras que riman y combinan y se empicinan en decir lo mismo, en ser iguales, en avanzar lentas y pocas por el sendero de las rocas, por la montaña de la mente, por las profundidades dementes del oceano inclemente por el sinsentido mundo por los labios moribundos del muerto en vida, de la vida del muerto y persigo tuertos, que solo saben partes y reparten su conocimiento como si supieran si dicen la verdad o si mienten o si miento. Que tormento, oir como se comen sus mentos sin importarles una mierda el todo. De esas aguas estos lodos, tanto tonto, monta tantas tonterías, que no importa, yo me contento con mis paseos mis manos, mis dedos, mis deseos.
Que ya no quiero, ni puedo querer solucionarlo todo, que me contento con mirar ciertos paisajes y desconectar de las lagrimas. La historia es una cosa tan determinista y triste. Como una novela de finales amargos pero felices, ya no se sonreir. Ni escribir, ni vivir, ni sentir, ni saber, yo ya no me acuerdo de las hadas. Destruyo la vida programada doy besos en los que no siento nada. Y solo me quiero morir. A veces, muy pocas. Cuando se acaban las estrofas, y me descubro en soledad, me quiero morir. El miedo al fin.
verdes, grises
parques, noches
dulces, roscas
labios, ojos
purpuras y rojos
playa, anochece
día doce, día trece
crece el monte
cae el valle
muere el hombre
que todo calle
que la mujer gane
que tu te dejes
que ella maneje
que no te dañe
y el blanco futuro
que sale del oscuro pasado
olvide lo duro
y no sea mal-intencionado
el desierto
la apatía
las noches
los días
en la jungla
el corazón
a veces no es un lobo
sino un león
que se exime
que quiere
se redime
se muere
y queda
abierta la veda,
la anarquía.
la inexistencia.
Todos presienten, sienten o postsienten y yo repito y edito y digo las mismas macabras y aburridas palabras que riman y combinan y se empicinan en decir lo mismo, en ser iguales, en avanzar lentas y pocas por el sendero de las rocas, por la montaña de la mente, por las profundidades dementes del oceano inclemente por el sinsentido mundo por los labios moribundos del muerto en vida, de la vida del muerto y persigo tuertos, que solo saben partes y reparten su conocimiento como si supieran si dicen la verdad o si mienten o si miento. Que tormento, oir como se comen sus mentos sin importarles una mierda el todo. De esas aguas estos lodos, tanto tonto, monta tantas tonterías, que no importa, yo me contento con mis paseos mis manos, mis dedos, mis deseos.
Que ya no quiero, ni puedo querer solucionarlo todo, que me contento con mirar ciertos paisajes y desconectar de las lagrimas. La historia es una cosa tan determinista y triste. Como una novela de finales amargos pero felices, ya no se sonreir. Ni escribir, ni vivir, ni sentir, ni saber, yo ya no me acuerdo de las hadas. Destruyo la vida programada doy besos en los que no siento nada. Y solo me quiero morir. A veces, muy pocas. Cuando se acaban las estrofas, y me descubro en soledad, me quiero morir. El miedo al fin.
domingo, 26 de octubre de 2014
The path of the psycopath.
La psicopatía era su poesía, su telaraña, el secreto de sus menti ras. Y me vuelvo a levantar años y años mas tarde imaginándola, el anochecer azul -semi oscuro del verano, las estrellas por encima, el mar y ella, a primera hora de la mañana, ella. Y yo quiero tocarla y no puedo, y yo quiero moverme entre los sueños, pero en mi solo habita ya el recuerdo y no la realidad. Y ya no será como era, que ya no es.
Supongo que por su psicopatía lo tenía todo planeado, hasta los momentos de descontrol y que eso me encantaba, me libraba del miedo a lo desconocido. Lo malo de jugar al amor, he descubierto, es que después de un tiempo dejas de sentir. No puedes vivir toda tu vida en dinámica ideal de las palabras, y entonces cuando dejas de sentir te vuelves un verdadero psicopata. Buscando tus objetivos, nada mas. Dejas la conciencia a un lado la apartas y solo piensas en ti.
Es normal que le pasara por encima la psicopatía antes que a mi, tantas relaciones, tantos juegos, tanta distancia, te niegan la conciencia. Yo mismo la perdí y no me importa ya nada, sin obligaciones ni consideraciones es todo mas facil. Dicen que la conciencia es lo que nos hace humanos, y yo no acabo de saber si eso es algo bueno o algo malo.
A veces, para divertirme exclusivamente y sin finalidad, miento. Es un entrenamiento en el aburrimiento diario, una mentira por aquí otra por allá, las disuelvo en la solución de la verdad y afecto simpaticamente a la construcción de las realidades alternativas. Es como un juego y si fracaso, simple solución. Que despistado yo, cambio las piezas del puzle y me acerco un poco mas a la verdad. He visto mentirosos patosos y me producen verguenza ajena, las mentiras en pequeñas dosis, son para teñir la verdad, no para crearla. Como un psicopata mirando piezas, te despiezas y te agarras al recuerdo de lo último que te hizo sentir.
Una de cal otra de arena, una condena a no volver a darnos la mano y que jamás lleguemos a caminar por la arena, en busca de un nuevo amanecer. Jamás pasara, estamos demasiado lejos, cada uno en su banco de arenas movedizas enterrándose en la psicopatía. En sobrevivir. En agarrar a otro o a otra, para salir, y las entierras y descubres que solo te estas ahogando un poco mas. Que vas a morir y no puedes ser feliz, que ya es imposible.
Supongo que por su psicopatía lo tenía todo planeado, hasta los momentos de descontrol y que eso me encantaba, me libraba del miedo a lo desconocido. Lo malo de jugar al amor, he descubierto, es que después de un tiempo dejas de sentir. No puedes vivir toda tu vida en dinámica ideal de las palabras, y entonces cuando dejas de sentir te vuelves un verdadero psicopata. Buscando tus objetivos, nada mas. Dejas la conciencia a un lado la apartas y solo piensas en ti.
Es normal que le pasara por encima la psicopatía antes que a mi, tantas relaciones, tantos juegos, tanta distancia, te niegan la conciencia. Yo mismo la perdí y no me importa ya nada, sin obligaciones ni consideraciones es todo mas facil. Dicen que la conciencia es lo que nos hace humanos, y yo no acabo de saber si eso es algo bueno o algo malo.
A veces, para divertirme exclusivamente y sin finalidad, miento. Es un entrenamiento en el aburrimiento diario, una mentira por aquí otra por allá, las disuelvo en la solución de la verdad y afecto simpaticamente a la construcción de las realidades alternativas. Es como un juego y si fracaso, simple solución. Que despistado yo, cambio las piezas del puzle y me acerco un poco mas a la verdad. He visto mentirosos patosos y me producen verguenza ajena, las mentiras en pequeñas dosis, son para teñir la verdad, no para crearla. Como un psicopata mirando piezas, te despiezas y te agarras al recuerdo de lo último que te hizo sentir.
Una de cal otra de arena, una condena a no volver a darnos la mano y que jamás lleguemos a caminar por la arena, en busca de un nuevo amanecer. Jamás pasara, estamos demasiado lejos, cada uno en su banco de arenas movedizas enterrándose en la psicopatía. En sobrevivir. En agarrar a otro o a otra, para salir, y las entierras y descubres que solo te estas ahogando un poco mas. Que vas a morir y no puedes ser feliz, que ya es imposible.
miércoles, 22 de octubre de 2014
lunes, 20 de octubre de 2014
El yo.
De desequilibrio por apellido, nunca pretendí el sarcasmo cínico aunque la vida alli me condució. Inestable emocional, amante de los viajes de corta distancia y de los parques. Siempre elector de los bosques antes que de los árboles, con el mar como patria y cansado del camino. Quería ser caminante pero se hundió en el vino que siempre prefirió antes que la cerveza. Lector de mitología, poesía o cualquier historia, amante de las crónicas y en definitiva de descubrir a gente, alternativas. El pretendió la lucidez y la intelectualidad, demasiado abstracto para dejarse ver. Amante indiscreto de la educación, sobre mi sed de conocimiento compondría una canción. El lento trabajador de la soledad que no suelta un problema hasta acabar. Fantaseando, llorando jugando a hacer teatro, en definitiva imagino que por imaginar acabo viendo algunas veces lo que se escondía en realidad. Y las frustantes palabras nunca podrán llegar a decir lo que quiero decir en verdad. Y me discurro interesado y discreto hacia lo mas profundo de la psique humana, de lo esóterico y oculto con cierto culto a la muerte, a la investigación privada.
Amante de la amistad sincera, no importa lo desolado del pasado y el presente, que siempre llegará algo mejor. Regalare palabras sin corazón al que sufra, para no tocar el fondo de la cuestión. El dolor. Y preferire mil veces un amigo para siempre que un corto amor. Porque necesito a la gente, quiero y la quiero ayudar, no hay otra manera en la que sepa expresar mi infinita gratitud por el hecho de que existan y me quieran en su vida. El atado a la conflictivo, con miedo a la dependencia, dependo del hecho y la creencia de que no se lo que quiero.
Entre la cal y la arena, preferire siempre a quien me haga dudar, quien me haga reir, de vez en cuando y a quien me pueda enseñar. Que el físico siempre muere, que luego solo quedas tu. Que mi felicidad es dependiente de las vueltas de lo que pueda aprender, de lo que podamos hablar, coqueto idiota que no puede soportar los celos y la posesividad. El temeroso déspota que teme a abrirse de capullo a mariposa por los miedos, miedo a no ser correspondido, como si en mi vida el sacrificio y el amor marchen de la mano. Enamorado de lo imposible, no por su imposibilidad sino porque asi es como siempre pasa. ¿Que hay mas bello que lo inalcanzable? hasta que lo logré alcanzar.
El ambicioso inquieto, siempre odiare la cobardía, y me aferrare a ser valiente como modo de vida que no le temo a nada ni a nadie, impulsivo en exceso llevado a veces por la melancolía. No puedo estarme quieto, viendo, viendo como todo se va al infierno. Prefiero morir que dejar al mundo trabajar, que quedarme quieto, porque la quietud y el silencio son hermanos de la muerte (la muerte es lucidez) y yo estoy vivo, inquieto y estúpido muchas veces. Un luchador, sin miedo a ser guerrero, competitivo con ganas de una buena pelea y de comenzar alguna aventura e insensible con lo que se mete en mi camino. Es mejor si me abro paso a que si me lo dan, que no tengo miedo a la jungla que la voy a destrozar. Jugando solo o en equipo, dirigiendo simpaticamente, siendo el puto lider que necesite la gente. Yo triunfare aunque lleve tiempo, y jugare y me arriesgare perseverando hasta el final y ya vencidas las circunstancias me largare aburrido de lo que me aburre, buscando un nuevo juego. Trabajando mejor en soledad.
Esto es algo de lo que soy, soy mil cosas mas, los momentos, mi lunática personalidad.
Amante de la amistad sincera, no importa lo desolado del pasado y el presente, que siempre llegará algo mejor. Regalare palabras sin corazón al que sufra, para no tocar el fondo de la cuestión. El dolor. Y preferire mil veces un amigo para siempre que un corto amor. Porque necesito a la gente, quiero y la quiero ayudar, no hay otra manera en la que sepa expresar mi infinita gratitud por el hecho de que existan y me quieran en su vida. El atado a la conflictivo, con miedo a la dependencia, dependo del hecho y la creencia de que no se lo que quiero.
Entre la cal y la arena, preferire siempre a quien me haga dudar, quien me haga reir, de vez en cuando y a quien me pueda enseñar. Que el físico siempre muere, que luego solo quedas tu. Que mi felicidad es dependiente de las vueltas de lo que pueda aprender, de lo que podamos hablar, coqueto idiota que no puede soportar los celos y la posesividad. El temeroso déspota que teme a abrirse de capullo a mariposa por los miedos, miedo a no ser correspondido, como si en mi vida el sacrificio y el amor marchen de la mano. Enamorado de lo imposible, no por su imposibilidad sino porque asi es como siempre pasa. ¿Que hay mas bello que lo inalcanzable? hasta que lo logré alcanzar.
El ambicioso inquieto, siempre odiare la cobardía, y me aferrare a ser valiente como modo de vida que no le temo a nada ni a nadie, impulsivo en exceso llevado a veces por la melancolía. No puedo estarme quieto, viendo, viendo como todo se va al infierno. Prefiero morir que dejar al mundo trabajar, que quedarme quieto, porque la quietud y el silencio son hermanos de la muerte (la muerte es lucidez) y yo estoy vivo, inquieto y estúpido muchas veces. Un luchador, sin miedo a ser guerrero, competitivo con ganas de una buena pelea y de comenzar alguna aventura e insensible con lo que se mete en mi camino. Es mejor si me abro paso a que si me lo dan, que no tengo miedo a la jungla que la voy a destrozar. Jugando solo o en equipo, dirigiendo simpaticamente, siendo el puto lider que necesite la gente. Yo triunfare aunque lleve tiempo, y jugare y me arriesgare perseverando hasta el final y ya vencidas las circunstancias me largare aburrido de lo que me aburre, buscando un nuevo juego. Trabajando mejor en soledad.
Esto es algo de lo que soy, soy mil cosas mas, los momentos, mi lunática personalidad.
A algún sitio mejor.
Al tambor, al tambor que retumbe en ardor. Mi corazón, mi corazón, que la sangre fluya de emoción. Que queme y que arda por el sonido del tambor, y a la música que preceda a las llegadas las hagan himnos que se escuchen por el futuro, cuando el tiempo pase y recuerde, pre-mortem, en un breve esternor. Y sentir la hierba bajos mis pies y que me emocione y que el miedo nos distraiga, pero que nunca pare el tambor, ni el temblor de la llegada. Y el amor y el dolor que se hagan nubes de algodón, que el pasado y el futuro nos regalen algún don, que no vayamos donde debamos y el destino no importe un pepino porque plantamos nuestro olmo y nuestra rosa en aquel rincón.
Que la historia no nos olvide, que la poesía no arrincone a la prosa ni viceversa, que no verse, ni que bese al que besó, que no importen ni esos ni esas, porque se acercan como dos lineas confluyendo fluyendo a ser música que conmueva hasta a los que rezan. Que despierten y se vean, todos, sobrecogidos por sus mentiras. Que el mundo tenga por fin sentido, que la risa y el llanto se mezclen en nuestros oidos por la dimensión de lo que va a pasar.
Repito que al tambor, al tambor que si no suena mi corazón, mi corazón es porque duermo en las almenas de alguna lúgubre mansión. Que se inunde mi salón y mis ojos recuperen su conexión con el río. Que porfin sonría y que la conmoción nos deje espacio para una nueva huida, hacia algún sitio mejor.
Siempre precedidos por el tambos.
Que la historia no nos olvide, que la poesía no arrincone a la prosa ni viceversa, que no verse, ni que bese al que besó, que no importen ni esos ni esas, porque se acercan como dos lineas confluyendo fluyendo a ser música que conmueva hasta a los que rezan. Que despierten y se vean, todos, sobrecogidos por sus mentiras. Que el mundo tenga por fin sentido, que la risa y el llanto se mezclen en nuestros oidos por la dimensión de lo que va a pasar.
Repito que al tambor, al tambor que si no suena mi corazón, mi corazón es porque duermo en las almenas de alguna lúgubre mansión. Que se inunde mi salón y mis ojos recuperen su conexión con el río. Que porfin sonría y que la conmoción nos deje espacio para una nueva huida, hacia algún sitio mejor.
Siempre precedidos por el tambos.
sábado, 18 de octubre de 2014
Vivimos en el mundo de los palmeros, que abanican a las grandes sombras y a las pequeñas, cada uno a su nivel. En el mundo de los lameculos, de los idolatradores de figuras y de imagenes inanimadas. Vivimos en el mundo de la adoración, de los adoradores de cuerpos, de características, de vidas. Vivimos en el mundo de lo politicamente correcto, de la adoración a las ideas padres, los axiomas, la absurda mediocridad. En un mundo esteticamente asqueroso, en el que la gente se reduce y se induce a conversaciones sobre los temas mas pueriles sin ningún respeto al oyente con absoluta normalidad.
La libertad de uno acaba donde empieza la del otro, decían y luego escupían sobre el papel. Es este un mundo cínico en el que la gente cree sinceramente que su lucha la deben realizar todos, que le deben dar palmaditas en la espalda y buenrollismo a raudales y que no se debe sufrir por lo que se persigue. Lo bueno, cuesta, creer que todo vendrá de la divina procedencia es imbecilidad.
En este mundo, de capitalismo y por separado pseudo-racionalismo que inducen al individualismo, en este mundo estamos solos y a lo máximo que puede y debe aspirar el hombre como tal es a acompañar amistosamente. Apoyar, la gente ya no apoya, solo lucha o no lo hace. Los conflictos de cada uno pertenecen a cada uno, yo aprendí a luchar los míos, a ser yo porque definitivamente nadie lo va a hacer por mi. Yo contra el mundo parece una lucha desigual, pues lo es, el mundo se ha vuelto tan mediocre y debil que me lo merendare con constancia, superioridad intelectual y trabajo. Me lo merendare con dudas, lo aplastare como un mosquito y satisfecho lo mirare desde arriba, mejor que el.
No me detendré nunca ante conversaciones de bajo calado, seré una buena persona, si, pero no un subnormal, yo no tengo nada de eso. Desprecio la debilidad, la desprecio sinceramente, los vicios, los complejos. Vivir acomplejado es de tontos del bote.
La libertad de uno acaba donde empieza la del otro, decían y luego escupían sobre el papel. Es este un mundo cínico en el que la gente cree sinceramente que su lucha la deben realizar todos, que le deben dar palmaditas en la espalda y buenrollismo a raudales y que no se debe sufrir por lo que se persigue. Lo bueno, cuesta, creer que todo vendrá de la divina procedencia es imbecilidad.
En este mundo, de capitalismo y por separado pseudo-racionalismo que inducen al individualismo, en este mundo estamos solos y a lo máximo que puede y debe aspirar el hombre como tal es a acompañar amistosamente. Apoyar, la gente ya no apoya, solo lucha o no lo hace. Los conflictos de cada uno pertenecen a cada uno, yo aprendí a luchar los míos, a ser yo porque definitivamente nadie lo va a hacer por mi. Yo contra el mundo parece una lucha desigual, pues lo es, el mundo se ha vuelto tan mediocre y debil que me lo merendare con constancia, superioridad intelectual y trabajo. Me lo merendare con dudas, lo aplastare como un mosquito y satisfecho lo mirare desde arriba, mejor que el.
No me detendré nunca ante conversaciones de bajo calado, seré una buena persona, si, pero no un subnormal, yo no tengo nada de eso. Desprecio la debilidad, la desprecio sinceramente, los vicios, los complejos. Vivir acomplejado es de tontos del bote.
jueves, 16 de octubre de 2014
jueves, 2 de octubre de 2014
¿Excusas para vivir?
Me parten los rayos en medio de la tormenta, el fuego, la luna, las cargas electricas. Todo retumba, y mis ojos bañados en sangre relamiéndose orgullosos, luchadores contra todo se vuelcan en la oscuridad, en el cabreo en las ganas de matarlos a todos, sin ningún tipo de miedo sereno, sin nada. Yo deje de tener miedo cuando no tuve nada que perder.
Yo no me daba cuenta, de que hay personas que te cuidan, se aseguran, discretamente, de que todo vaya bien. De que la taza no vuelque, es precioso cuidar, es precioso que te cuiden. Por eso, me enorgulleceré siempre de pelear a espaldas de todo por el todo. Por las causas silenciosas, por mi mismo. De eso se trata la vida, de ir soltando hostias hasta que viejo y debil el mundo te tumbe contra el sillón y te resignes dignamente a sobrevivir, a vivir pasivo.
Siempre que haya una buena causa, habrán razones para sangrar, siempre que sean mas que tu habrán razones para soltarles un par de hostias y demostrarte a ti mismo que no te esconderas, ni predicaras la cobardía.
Luego volveré a casa, vere la cama vacía, vaciada por mi. Me sentiré solo y el orgullo no será capaz de rellenar esos espacios. Las peleas no habrán tenido sentido, subire a la azotea y mirare hacia abajo.
Que mas da.
Yo no me daba cuenta, de que hay personas que te cuidan, se aseguran, discretamente, de que todo vaya bien. De que la taza no vuelque, es precioso cuidar, es precioso que te cuiden. Por eso, me enorgulleceré siempre de pelear a espaldas de todo por el todo. Por las causas silenciosas, por mi mismo. De eso se trata la vida, de ir soltando hostias hasta que viejo y debil el mundo te tumbe contra el sillón y te resignes dignamente a sobrevivir, a vivir pasivo.
Siempre que haya una buena causa, habrán razones para sangrar, siempre que sean mas que tu habrán razones para soltarles un par de hostias y demostrarte a ti mismo que no te esconderas, ni predicaras la cobardía.
Luego volveré a casa, vere la cama vacía, vaciada por mi. Me sentiré solo y el orgullo no será capaz de rellenar esos espacios. Las peleas no habrán tenido sentido, subire a la azotea y mirare hacia abajo.
Que mas da.
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