jueves, 2 de octubre de 2014

¿Excusas para vivir?

Me parten los rayos en medio de la tormenta, el fuego, la luna, las cargas electricas. Todo retumba, y mis ojos bañados en sangre relamiéndose orgullosos, luchadores contra todo se vuelcan en la oscuridad, en el cabreo en las ganas de matarlos a todos, sin ningún tipo de miedo sereno, sin nada. Yo deje de tener miedo cuando no tuve nada que perder.

Yo no me daba cuenta, de que hay personas que te cuidan, se aseguran, discretamente, de que todo vaya bien. De que la taza no vuelque, es precioso cuidar, es precioso que te cuiden. Por eso, me enorgulleceré siempre de pelear a espaldas de todo por el todo. Por las causas silenciosas, por mi mismo. De eso se trata la vida, de ir soltando hostias hasta que viejo y debil el mundo te tumbe contra el sillón y te resignes dignamente a sobrevivir, a vivir pasivo.

Siempre que haya una buena causa, habrán razones para sangrar, siempre que sean mas que tu habrán razones para soltarles un par de hostias y demostrarte a ti mismo que no te esconderas, ni predicaras la cobardía.

Luego volveré a casa, vere la cama vacía, vaciada por mi. Me sentiré solo y el orgullo no será capaz de rellenar esos espacios. Las peleas no habrán tenido sentido, subire a la azotea y mirare hacia abajo.

Que mas da.

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