miércoles, 8 de febrero de 2017
Los placeres violentos poseen finales violentos.
``Nuestro galgo había estado toda su vida persiguiendo ese trozo de trapo con forma de liebre en las carreras del canodromo sin poder alcanzarlo nunca``. Cuando fue mayor lo soltamos en un parque, vio un gatito y corrió detrás de el. Lo alcanzo y lo devoro, teneís que haber visto lo confuso que estaba. Había corrido toda su vida detrás de trozos de esa liebre y ahora que había conseguido atraparla no sabía que hacer.``
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario