domingo, 15 de diciembre de 2013

Documental de las mosquitas.

Lo mejor que puedes hacer con las mosquitas (que son al fin y al cabo las que te chupan la sangre y no los mosquitos que no sirven para nada) es aplastarlas con la impasibilidad de quien es mejor. Una mosquita no te va a dar un beso de amor jamás, solo te picara y te picara. Luego se ira a picar a otros y en su vanidad creera haber conseguido aprender algo por haberle chupado la sangre a muchas personas. Es una perdida de tiempo tratar con mosquitas, lo se por experiencia, tienen conversaciones monotemáticas en las que siempre suena el mismo  bzzz bzzz, y a veces en un culmen de la extravagancia y la originalidad llegan a hablar de ponis y mosquicornios.

Esperar que una mosquita te muestre algún tipo de consideración mas allá de la que siente por si misma y sus ganas de chupar sangres es como... esperar que un tigre te de lametazos. Ellas, es decir, las mosquitas solo saben picar sin las consideraciones morales típicas de los idiotas. Van dejando picotazos y picores en el fondo de los corazones de los tontos obsesionados con ver amores en cualquier picor. Es injusto esperar de ellas otra cosa, son mosquistas.

De las personas, puedo concluir que sus ansias de ver amores por todos sitios es lo que mas les traiciona. Estan tan ansiosos de verlos que si no lo encuentran se lo inventan, y se creen enamorar tantas veces y tan rápido que me produce una especie de ternura y tristeza. Están todos tan sólitos y necesitados. Sin embargo a la misma vez me produce cierta repugnancia la incapacidad de las personas de estar solos y conocerse a si mismos y por lo tanto de amar, porque todo amor empieza por el propio. Hablando de amores, los amores ya no se cultivan, no son como el precioso trigo de los grandes campos, sino mas como las manzanas, estaba ahí y me enamore, la coji me la comí, es decir me la follé y caí loquito o loquita de amorRR, amores y polvos tan fugaces, insípidos totalmente.

A las mosquitas esta necesidad de amor de las personas les viene de lujo, pobres tontitos y tontitas ingenuos/as. Ellas lo que quieren es picar e inchar su ego, luego se van y se creen tan poderosas, como si hubieran realizado alguna proeza trascendental de esas que cuentan los libros de historia.

Además a las mosquitas no les gusta estar solas en eso se parecen a las personas. Asi que si alguna vez te topas con una mosquita, mírala con la tierna mirada de quien ve una esencia inferior, tan atada a sus pobres instintos primarios, acariciala un poquito si quieres, dale un beso y que se largue y que no vuelva. No seas tonto, no sientas nada porque ellas no tienen sentimientos.

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