Se agoto la última gota de lluvia, se consumió el último copo de nieve, murió otro año quemado y en medio de las cenizas del ólvido, en el aún vivo invierno aflorara una pequeña margarita que dará paso a una nueva primavera.
Pero se acabo, una vez mas. Siempre que he dicho la palabra final ha sido entendiendo que segura y probablemente habría otro principio. Y asi pasarían los años, diciendo cosas y dejando cosas por decir, terminando asuntos y empezando otros.
Me voy de nuevo a algún sitio que no será este, y espero conocer a un multitrillón de personas y viajar y sonreír y dejar de mirar atrás, siempre habita en mi la esperanza de dejar de mirar atrás, quizá esta vez la esperanza se consuma, quizá.
Cuando uno se va siempre hay razones físicas y tangibles. Yo me voy cuando las cosas no funcionan, no me voy con odio, ni con maldad, me voy porque simplemente hay que irse y no importan los medios para el fin. Las cosas aquí no están funcionando, no me encuentro en este sitio cómodo, ni feliz, ni realizado. He escrito estos días mas por aburrimiento que por ganas.
Puede que mañana o pasado vuelva.
Puede que ya no haya vuelta atrás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario