domingo, 12 de marzo de 2017

Ahogado en uno mismo.

Se fueron, todos, y se va hoy otro, el último, los chicos con los que en otra era fuí feliz y libre, mis amigos, e incluso, los que no lo eran tanto, pero al menos compartían un modo independiente continuo de vivir la vida en esta isla se han ido y hoy se va el último.

Conozco a mucha gente, pero la velocidad a la que se van aquellos con los que vitalmente estoy conectado es terrible. Me hace sentir solo. Después de un fin de semana apático, de romper cuerdas rotas y al menos recibir algunos dulces piropos de gente inexistente, cada vez soy mas consciente de que estoy solo. Solo mi cabeza y yo, retumbando, mis trucos evasivos, mis ganas de escapar, todo lo que un día fuí y quise, el viento libre que navega caprichoso. Todo, muere, pronto morirá, como un naufrago que se agarra a las tablas de madera que un día fue un barco y ahora esta hundido. El destino de todos es acabar ahogados y en el mundo acuático del que vengo, la huida solo era una postergación. Navegamos para existir, pero mientras navegamos se gasta el barco, se hundirá. Este barco que construí en torno a unos sueños e ideas, se hunde.

Tengo miedo y tristeza del futuro, de un futuro solitario, no la tenía ayer, la tengo hoy, me ha asaltado como un ladrón en la mañana de las perspectiva de quien iba a ser yo.

Estaba construyendo un mundo que no existe, que no he conseguido definir.

Ahora queda, aceptar la realidad, mirar hacia delante con lo que queda, sobrevivir dignamente, trabajar, ser esclavizado y callar. Mi rebeldía se debilita y sin revolución no hay futuro.


``Fue una época dorada para la humanidad, lo que le siguió fue pobreza. Como siempre, la abundancia se gasta, espero que hallas hecho buen uso de ella.``

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