domingo, 15 de marzo de 2015

Historia de dos tullidos.

Mi perro de ojos negros, color azabache, mi perro poesía. Yo me arrastro hasta tu rincón tu te arrastras hasta mi corazón. Si el amor fuera espacio yo todo lo cubriría ¿como no te voy a amar, ojos negros? si siempre están, si siempre están.

Yo tullido y tonto y torpe hasta el mayor dolor que pueda tener lo olvidaría e iría, me acostaría porque me lamieses las manos, para acariciarte eternamente, aunque se suelten las heridas. Y tu vienes desde el rincón en el que te cultivas, vienes con esa maldita mirada, con esa idolatración ¿porque me idolatras y quieres tontorrón? Y yo me siento el hombre especial del universo, convertiría en seda mis palabras si supiera que eso te hace llegar todo lo que yo te amara, verte venir costillas jodidas, pulmón perforado, esforzándote como nadie lo haría me averguenza tanto, yo no te merezco, nadie te merecería.

Y esto me hace pensar tanto en la cantidad de buenos perros con malos amos, que injusticia ver todo ese amor desparranamado. ¿Cuantos perros pasaran por mi vida? ¿Cuantos realzaran los presentes que tengan que venir? regalándome amor sin devenir. Es tan injusto que yo pueda tener mas perros y tu no mas amos a los que amar. Pero esta imagen se queda Titan, cariño, tu solo eres uno. Lo que siento por ti será eterno. Yo siempre recordare tus ojos negros, hasta mi muerte, tus pelos suaves y tus lametazos, tu felicidad al verme y la mía al estar junto a ti.

Somos dos tulliditos de razas diferentes, sobreviviremos un poquito mas y aunque a ritmos distintos llegaremos hasta el lago de la muerte y al volver a verte, si pasa como cuentan esos cuentos de hadas escritos por drogatas y drogados volveré a ser eterno como tu mirada, encendida al acercarte.

Y no vuelvas a mi cama hasta que estes bien o ti mato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario