martes, 8 de abril de 2014
Soledad intelectual.
La diferencia entre reacción y revolución es gigantesca, este país es un país reaccionario no revolucionario en todos los órdenes y lados. Las revoluciones siempre tienen un potente componente intelectual en este país no hay intelectuales unidos para hacer una revolución hay reaccionarios de dos lados que se pelean entre si, y así no se avanza. No es lo mismo enfadarse y patalear, ante una situación injusta que levantarse y hacer proyectos para cambiar la situación, lo primero es reaccionario lo segundo revolucionario. Este es el país de la reacción de los enrocamientos, del salir a la calle para gritar, insultar, de enrocarse aún más, de no entender. Este es un país sin futuro, lo dice la historia, aquí ser lucido apareja un terrible sentido de soledad, de abandono por la madrastra pseudo patria. Lo visceral aquí siempre pisa a lo intelectual, la historia se repite una y otra vez como un martillo en la pared. Flandes, la invasión francesa, el ferrocarril, la república. No es casualidad que este país halla perdido todos los trenes que han pasado. Es un gen recesivo de la enferma constitución de la cultura de este país.
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